Ricardo Castillo C.

PEQUEÑOS EMPRESARIOS DE LA NADA

Se creen empresarios, hablan de marcas,
pasean su iPhone con aire de rey.
Sueñan con coches, con casas de lujo,
pero no saben contar hasta cien.

Publican historias, venden apariencia,
juegan a ricos sin nada que dar.
El mundo les dice que son importantes,
pero el mundo solo los quiere comprar.

Y un día, cuando la red se apague,
cuando el crédito deje de entrar,
mirarán sus manos vacías de todo…
y no sabrán por dónde empezar.