Hablemos del amor
Me duele no saber de nuevo aquellas cosas
que juntaron tus manos con las mías
y las volvieron pétalos de rosas
y letras, para hacer mis fantasías.
Me hiere no encontrarlas en el cielo,
en aquel paraíso esclarecido,
en aquella laguna de tu vuelo
enredado en las lianas del olvido.
Me estremece escuchar contradicciones
abundantes ayer, hoy reprimidas,
me derrumban las equivocaciones
las que pude evitar, no sus salidas.
Escape y fuga cobardía extrema
miedo al dolor que todo purifica;
sin armas, sin escudo y sin lema
pregunto audaz: ¿Por qué me sacrificas?
y sin embargo...
Me prohibo callar, rotundamente,
derribando el silencio que me mata
y me lanzo al furor de la corriente
abrazado a este amor que me maltrata.