GDA

SOLAMENTE PARA MANTENERLA A MI LADO

En la invasión con beligerancia de sentimientos que subliman
el parapeto de mi corazón se trueca con debilidad
ante quien comanda la conflagración en mi contra,
oh ser de belleza que eres esplendentemente motivo de mi amor
y por eso, aún con ilusiones sin vida,
la simiente incrustada en mis llanuras
tras los embates florece en margaritas,
de alegría a pesar de los días grises.
Así, la fiereza en la entrega de mi amada
funde la resistencia de su hazaña,
la que en su centro mismo
se mantenía en contención;
porque fervorosamente el acoso del adonis
ha encendido la flama del deseo en ella
en la erupción con mayor sublimidad.
Por eso la amo, en embestidas que no cesan,
-ya lubricadas con la lava- que se incrustan
hasta el centro mismo del planeta de su arrebato,
que luego explota en el volcán expansiblemente
de su sensualidad sin parangón, la que me gusta
y propicia mi descontrol inauditamente del éxtasis.
Siempre que -como varón- amo así,
con ese romanticismo de caballero,
cada suspiro por mi amada es la exaltación;
y cada vez, se libra una apuesta por cada suspiro,
en la que se arriesga por ella el todo por el todo,
solamente por amarla de esta manera,
solamente para mantenerla a mi lado.