No sé que espero en este silencio innecesario
donde la soledad abre a las puertas de mi alma,
donde solo hay una sombra que a mi lado
está aquí conmigo permaneciendo inmóvil y callada...
Siento que mi cuerpo me es totalmente extraño
como esta lágrima que en mí sale ya apenada,
donde ya no hay nada que puedan tomar mis manos
donde el mundo gira y yo que no tengo nada...
He perdido mis sentidos que me hacían un humano
y hasta el espejo se llevó de mí mi propia cara,
donde la tristeza se escondió dentro de mi llanto
como lo hace la luna cuando llega de pronto la mañana...
Huérfano de los sueños que yo mismo he liberado
siento en mi interior la paz de un gran mar en calma,
donde, sin querer, el verso que yo mismo he creado
me hace caer otra vez en la misma trampa...
Ya no importa lo que el mismo tiempo se ha llevado
en aquel ayer que es solo una medida de distancia,
donde el viento, al pasar, trata de decirme algo
pero yo no alcanzo a entender lo que dicen sus palabras...
Una vez más cierro mis ojos a un nuevo milagro
que me devuelva, aunque sea un poquito de esperanza,
donde mi corazón se sienta de nuevo tan enamorado
y pueda proyectarse mi vida otra vez en el mañana...