Con el frío escarchando tus rosadas comisuras
y una redonda manzana escarlata equilibrada sobre tu coroniya;
con tu salvaje melena negra de amazona lúbrica
ondeando delicadamente, armándose de enredos mientras briyan
las estreyas y la Luna para invocar tu locura;
con esa amplia sonrisa posada encima de unas hojas marchitas,
con esa beyeza diurna que hace a la noche más lúcida
y eclipsando su silencio al relatarme tus eróticas fantasías,
esculpiendo ensueños jeroglíficos en los vacíos de tu aura
imagina que el alma de la poesía te encarna y bailas
sin música, nada además del ligero repiqueteo de la yuvia
contra tu piel blanca cual sábana fantasmal ya húmeda;
imagina que la única certeza que te queda por probar
es la curvatura sensual de un agua metafórica;
la veracidad que impregna cada gesto en su danza
qué te inspira a ti que eres sibila en la sombra?