Ayer la nieve caía;
me asomé por la ventana
y luego salí al jardín
por sentirla más cercana.
A la cámara eché mano,
fotos y vídeos volaban
a los chats de los amigos
y todos la celebraban.
Pero hoy me he despertado
sintiendo que algo faltaba.
¿Por qué ya no es como antaño?
¿Por qué no siento su magia?
Pronto encontré la respuesta:
La nieve ya no me hablaba
con su sonoro silencio
ni con sus blandas pisadas.
¿Se quedó muda la nieve
o he quedado yo lisiada
para escuchar sus sonidos
y percibir sus palabras?
Esta mañana temprano,
ya despierta y levantada,
mi amor me dijo que anoche,
dormida, en sueños gritaba.
Me extrañó que en mi memoria
del sueño nada quedara
pero sí hallé el sentimiento
y me dije: \"¡No me extraña!
Quizá soñando, a la nieve
por la pechera agarraba y
la sacudía en mi angustia
gritando: ¿Por qué no me hablas?\"