En el jardín del alma hay un rincón,
donde se esconden los aromas del corazón.
Esencias puras, recuerdos sin razón,
vibran en el aire como una canción.
Fragancia de amor en un dulce susurro,
que acaricia el alma con cada murmullo.
Perfume de sueños en la brisa ligera,
que trae consigo una paz duradera.
El olor a nostalgia en un rincón secreto,
guardado en el pecho como un amuleto.
Aromas de risas y lágrimas mezcladas,
en el perfume del tiempo, historias contadas.
Esencias de amistad, dulces y sinceras,
como flores en primavera, siempre tan enteras.
Perfume de abrazos, calidez y consuelo,
aromas que elevan, llevándote al cielo.
En el aire flotan los aromas del alma,
cada uno un latido, cada cual una calma.
Perfumes invisibles, etéreos suspiros,
que llenan el corazón de recuerdos y suspiros.
Poema original de Shara Guaranda