No, no quiero decir nada, no quiero pronunciar palabra,
quiero estar callado, observar simplemente el misterio,
no quiero abrir la boca para decir algo, para decir todo,
tengo algo atascado, incrustado en lo más profundo,
no sé si es una pena, una nostalgia o un puñal,
dentro mío llevo un volcán a punto de estallar,
quiero gritar, quiero soltarlo, contenerlo es demasiado,
necesito hablarlo, platicarlo, expulsarlo, desenterrarlo,
ni siquiera puedo murmurarlo, susurrarlo, o exponerlo,
esto es feo, muy feo, ansió discutirlo, charlarlo,
¿pero cómo?, ¿con quién? ¿cuándo?, ¿dónde?
¡quién comprendería!, ¡quien lo entendería!,
la vida sigue su curso, y carece de toda lógica,
es decir, debo confesarlo, pero no tiene sentido,
el reloj con sus manecillas que siguen girando,
y yo aquí esperando la única oportunidad,
la oportunidad de recibir el beso del silencio.