De sonrisas y adioses
Está bien que así me ignores, pero dime de una vez,
¿dónde caben mis palabras que aceptaste sin doblez?
Los emoji con sonrisas, los mensajes de sorpresas,
dime, ¿dónde has escondido tus verdades y promesas?
Dime, ¿dónde, que no olvido la primera reacción?
Donde sin decirme nada, me robaste el corazón.
Dime, ¿dónde has ocultado la sonrisa y la mirada
porque ahora solo observo que no quieres decir nada?
Dime, ¿dónde y no hay preguntas? Dime todo, por favor.
Dime, si es que quieres verme, preguntando por tu amor.
Solo di, ¿qué es lo que sientes, solo di si es el final?
Y no habrá ninguna cosa, contra ti, que te haga mal.
Solo di, ¿qué es lo que pasa, ya que en mí, no hay otra opción?
Como cuando sonreíste, sin querer, en el salón.
Pues, perdona que te insista, solo dime la verdad,
ya no sigas con la trama de esta triste adversidad.
Por el bien, materia libre, del amor, desenfrenado
y por toda aquella historia que inventamos del pasado.
A pesar de las virtudes, ya no tengo colección,
mi cabeza es una jaula y está preso el corazón.
Es por eso que te pido, niña mía, una vez más,
si no existe otro detalle, no lo des a los demás.
Samuel Dixon