Solo quiero gozarme en el Señor;
quiero su luz venciendo la penumbra;
quiero el olor de edenes planetarios
y su voz de consuelo en la llanura.
Quiero de amor poblar mi corazón;
liquidar esta sed de amor en mí.
Quiero que mi Señor advierta al mundo
que amarnos es el fin de todo fin.
De cierto muchas cosas quiero yo,
cosas de gran consuelo para el alma;
mas Dios hará mejor, al tiempo suyo,
lo que Él quiera: prodigios de su gracia.