Tan bella, tan magnífica,
la lumbre de sus ojos me aprisiona,
con ese gran fervor que me ocasiona
su cálida mirada;
que tiene el brillo intenso y fascinante
que ofrece lo hechizante
de una mañana clara y despejada;
por Natura creada
tan bella y tan magnífica
llevando del amor su luz mirífica.
II
Con aspecto enigmatico
destila de ilusión regios colores
que vierten los magnánimos albores
de mágico destello;
que tiene el resplandor de la esmeralda
que adorna cual guirnalda
las gracias marfilinas de su cuello;
tan frágil y tan bello,
con aspecto enigmático
que mana del deseo lo fosfático.
Autor: Aníbal Rodríguez.