Al pescador, que en mares y ríos
teje su vida entre anzuelos y carretes,
con manos curtidas y alma valiente,
honramos su oficio, su lucha constante.
Al barman, que entre risas y tragos
escucha historias, alivia desdichas,
mezcla en su copa penas y sueños,
brindemos por él y sus buenos consejos.
Al poeta, que en versos resiste,
hace del alma un fuego que conforta,
con tinta y pasión su mundo recrea,
pintando la vida con su odisea.
Al periodista, que busca la verdad,
con pluma y coraje, sin titubear,
en letras denuncia, en tinta ilumina,
su voz es faro, su fe no declina.
Al padre soltero, que en soledad,
es madre y padre, puro aguantar,
con manos de acero y un tierno mirar,
su amor es escudo, su hogar, su altar.
Al desempleado, que en lucha persiste,
que sueña y espera, que nunca desiste,
su fuerza es grande, su historia es noble,
porque en cada caída, más alto responde.
A todos los hombres, en su caminar,
hoy los honro con este cantar.
G3