I
¿Es posible el consuelo
para aquel que agotó sus lágrimas?
¿Es posible confortar el alma
del que perdió hasta su casa?
Amargo trago el infortunio
¿pero acaso no hay quien lo comparta?
II
Con un poema no se compran ladrillos,
ni se paga una garrafa.
un poema no devuelve
lo que se llevó el agua.
-Es cierto- digo resignado
-
pero un poema tal vez ponga palabras
En la boca del que se quedó mudo
y le dé forma a ese nudo
que le quedó atravesado
en la garganta.