Patricia Aznar Laffont

Urde, Ajeno Mundo

Urde, Ajeno Mundo.

 

Urde El Bajo Relieve

De esa Voz Bronca de Trapo.

 

Urde el Recuerdo Ausente

De Versos Oscurecidos

Entre las Morosas e Ígneas Llamas

Que Jamás en Fogata Imparable se Apagan.

 

Urde la Sin Ira.

Urde la Sin Pena.

Urde la Sin Razón.

 

Urde el Poema en Brasas Candentes

En la Augusta Hora,

Esa Que sin Orar, Ora.

 

Ara Sin Pena Viento, mi Tenaz Memoria.

 

Ara Alma, el Suplicio Inmolado

De Aquella Vieja Muñeca sin Ojos

Que Mecí de Niña entre mis Brazos.

 

Esa que se Destiñó y Quiebra Aún el Aire

Con el Sabor Ajado de su Sombra.

 

Roto, Ultrajado Sabor, de las Cenizas del Mundo.

 

Urde Siniestra y con Falsa Sonrisa

La Urdimbre de Serpientes

que Pulula y Urde Sin Pensamiento ni Razón

en Alegórico  sin Símbolo.

 

 Urde, Daña, Devora, Miente.

 

Urden, te Asesinan a Vos

en un Titilar de Instante Infecundo.

 

 Urde Daña, Devora, Sin Prisa ni Pausa

 Asesinando Perpetuo y Sin Pestañear

Al Sordo, Ciego, Vasto, Mudo,

Incongruente, Incomprensible,

Ajeno, Desterrado, Mundo.

 

 Ese Tuyo y Mío, Ajeno Mundo.

 

(Patricia)