Dr. Salvador Santoyo Sánchez

LA TARDE

Y después de un día de sol radiante

cansada, ya estaba la linda tarde

preparaba almohadas tan mullidas

tan albas, tan suaves, eran las nubes.

 

Pronto sacó cobija del armario

era negra tachonada de estrellas,

más pensó encender su lampara luna

O, descansar, toda la noche oscura.

 

Soñó que la noche sería día

ella vestiría elegante verde

rayitos de sol en la cabellera

que la pretendiera galante viento.

 

Así, se durmió la cansada tarde

esperando vivir un nuevo día.

 

Dr. Salvador Santoyo Sánchez

19/03/2025