María C.

ESTALLA

Entro la primavera con nieve y frío gélido,

pero estallaron todos los almendros

como el amor que llevo dentro,

que aunque sienta la frialdad de la ausencia,

y el temblor de la soledad, el amor florece con fuerza.

Pues la luna y la noche son mis aliadas

y me envuelven entre sus sábanas

de sombras y luces claras.

La primavera entró y llegó muy helada

las flores se resisten a sucumbir y estallan con gracia,

como esa pasión que llevo en mi pecho

que cuando te nombro florece a cielo abierto.

Eternidades