Volver al camino intransitado
de mis sueños...
Pero, los verdaderos.
Los que asomaban por la ventana
del alma de niña.
Los que, aplastados por la rutina
del mundo, se volvieron humo
entre las nubes.
Los sueños imposibles
que me hicieron volar
como colibrí recién despierto a la vida.
El sueño de volver a sentir
que respiro a través de un verso
lanzado al aire.