nachosol

Los ayeres no encontrados

Los ayeres no encontrados

 

Volví la vista atrás, me seguía

un ave, picoteaba mis pisadas,

como una nube de sequía

arrastrando sus alas.

Una lividez en el horizonte

se palpaba, se dejaba caer sobre

mi destapada espalda.

Seguí hacia delante

hacia la luz ignota

con la esperanza recogida del suelo,

la esperanza cuando es lenta

hay que sacarla con su raíz entera.

Atrás quedaron otoños con las alas

desplumadas, otoños sin margaritas,

otoños que se perdieron en el invierno,

mientras tanto mis pasos

no dejan huella en un camino cubierto

de muselina, pétalos y plumas níveas.

No puedo impedir que mis miradas

se vuelvan hacia atrás, un impulso

por ver si algo ha caído de mi mochila,

algún verso de mis últimos poemas,

alguna palabra mal encajada,

algún adiós no deseado,

algún silencio…