Sin saberlo me enamoré de una ilusión
que nunca tuvo algún sentido
a no ser que mirara en mi corazón,
y por esa realidad hoy abrazo al olvido.
Aún así habita en mí, sin alguna razón,
tu sonrisa acompañaba de emoción
creada en ese único y hermoso instante
que creí ver a nuestros destinos no tan distantes.
Al anochecer sólo en mi alma encuentro
anhelos y un grupo de especiales deseos,
que ruegan por un futuro que sea nuestro
que este alimentado solo de nuestros besos.