Tu virginal candor
Se deshojo
Desde el celeste instante
En que tu casta mirada
Abrazo mi piel
Por las calles alegres y atierradas
Del común andurrial
Con dilación descubrí en mí
Un indicio
Un atisbó
Una mirada
Que se hacía agua sutilmente ante ti
Anhele ser corteza de árbol
Flor de orumo
Para desleírme en tu piel de ébano
Ceñida y abrazada
Por el blanco apamate
Que nos arropaba con su sombra
Obstinado y voraz
Dulcemente te remitía
Barruntos
Mohines
Ternuras
Afectos
Terco
Obcecado
Tenaz
Anhelaba de manera
Efusiva y vehemente
Que tu velada concupiscencia
Fructificara y se entregara
Sutil
Tenue
Impalpable