El dialogo con la maniquí
ha concluido,
probarse la identidad,
no hay una imagen que imitar,
no queda ni un rastro que seguir.
La libertad comienza a pesar,
así la ciudad deja de ser liquida.
Las avenidas,
algunos árboles después de siglos
perciben la dulzura de elegir.
“¿Qué significa la libertad?
comprender que no fuiste,
solo imagen elaborada,
o forma improvisada.
Sino que tomas en tus manos
la infinita conciencia
sin juicios y límites.
En la ciudad la ausencia es nueva,
como el consentimiento.
La avenida desierta
se pregunta,
¿Puedo existir sin escaparate
de modas que me visten de habitantes?
La ciudad,
quiere experimentar del ayer,
las luces quieren apagarse
por un instante,
desean ver la noche,
así como algunos habitantes
buscan descubrirse a sí mismo,
Pero, aun la ciudad
quiere ser humana,
pero ¿Como empezar?
Quizás, aprendiendo ser libre…