Disimulando que no te conoce, disimulando lo obvio
Se encuentra recuperado, porque reconoció el oprobio
Locura, alegan todos; más estarán siempre errados
Llueve en seco, se moja, y remoja lo secado,
Sin duda, se refiere a:
El espanto, con sus gritos, con sus llantos...
Se inunda el ambiente de suplicios y quebrantos
Hace gala mala espina, como si hubiera espina buena;
Impone con su gesto, tan diminuta pero acrecenta
Riesgo terrible a un sano cuerpo, a un sano seso...
¡Alerta a todo el sistema, posible colapso nervioso!
En cambio no afecta al que delira ser sano sin serlo...
No perpetra la defensa del que no reconoce ser defectuoso.
El sin razón que no hace daño, espera ser descubierto...
Desde antaño viene sonámbulo, taciturno, un poco alocado
Buscando siempre ser la estrella, el cometa investigado
Tallando en madera, en cristal, en acero, un corazón descarriado
Ese mismo que alguna vez sirvió de práctica; de juguete
Hoy dispone de su infinita alegría, de vida libremente...
Casi sin darse cuenta de que no vibra sin diapasón
¡Que se vuelve tonto, que te ve y simula ser un loco corazón!
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