Cuál ha sido mi delito,
de que se me inculpa,
si vengo siendo agraviado…
de este suceso que llaman amor,
¿Pero cuál amor?...
si cuando todo empezó, nadie advirtió…
que este fortuito encuentro se convertiría en dolor.
Drama innecesario hemos padecido,
enredados en esta aventura locuaz…
que perdió el sentido…cuando se apagó la flama de lo encantador…
y se convirtió en intrigante evento de frustración.
Hemos sucumbido en la desidia de la rutina…
donde todo parece lo mismo…
como una práctica normal.
Se canceló la magia…
y hasta la sonrisa ha desaparecido,
lo que fue un pretexto de regocijo,
hoy resulta una excusa…
para que la tristeza vuelva a irrumpir.
Tan fugaz ha sido nuestra coincidencia…
que se desvaneció en el primer intento,
tan frágil la emoción…
que desemboco en fracaso…con muestras de desesperación.
Se extinguió el ímpetu de la ilusión…
y solo queda flotando en el ambiente…una rara sensación,
la insostenible desconfianza que se convirtió en decepción.
Prematuro desencanto que da por terminada la actuación,
fue tan solo un ensayo…como una obra de teatro…
que bajo su telón…
por falta de argumento y de pasión.
Tal vez el deseo impetuoso… de que esta vez funcione…
nos empujó a creer…
que lo inesperado podía suceder.
Pero todo ha concluido,
y hay que secarse las lágrimas…
mirando siempre al frente,
y entonces volver a empezar…una vez más,
aunque el corazón se resista a continuar.