Jairo me enseñó
el dolor de la familia ausente,
lecciones que él aprendió sólo
y me evitó a mí, mientras pudo,
él me enseñó que el amor filial
es la riqueza más grande.
También me enseñó
la justa medida del trabajo
para no ser esclavo o pordiosero,
me enseñó a tener confianza
aunque no tuviera nada más,
a ser agradecido y a tener dignidad,
me enseñó a no rogar,
a encontrar el momento preciso
para llorar sólo y justo lo necesario.
Jairo alentó mi curiosidad
regalándome los primeros libros,
desafiándome a terminar el colegio,
él me enseñó a trabajar,
me llevó en sus viajes
para conocer su mundo
y un pedazo de Colombia,
y trabajar con él
como gitano descubriendo pueblos.
Jairo me enseñó a ser hombre,
a dar amor bueno, amor noble,
me enseñó a ocupar mi lugar,
me enseñó a defender mi lugar,
me enseñó a compartir mi lugar,
y me dio el privilegio de llamarlo;
padre.
Alexander Elías2025
#SerEscritura