El más profundo amor de Dios proviene;
aun de lejos su toque nos deleita;
aun de lejos su luz nos da calor.
No existe pena al lado del amor.
El amor es la estrella en la que orbitan
todos los corazones que son salvos.
Ven, honremos amigo, al Dios de amor;
al Señor que da vida a sus amados;
vida y gozo perpetuo a sus pequeños.
Tiene su voz la fuerza de verdad.
Aun en la obscuridad reconocemos
el llamamiento a nuestra salvación.
¡Cuán grande es el amor de nuestro Dios
que incluso en nuestras tumbas nos buscó!
Nuestro polvo te alaba mi Señor.
Tú nos sostienes, no nos dejarás;
Tú nos sostienes, todos te honrarán.
Todos te alaben, todos amén digan
con júbilo a tu santa voluntad.