Te conocí una tarde cuando empezaba a llover,
tú estabas en tu puerta mirando el atardecer,
yo venía apresurado y te quisiste esconder,
y tú al sentir mi mirada no supiste qué hacer.
Te saludé pues quería hallar una conversación,
tus ojos me detuvieron para empezar a hablar,
luego te mire fijamente y se me vino la emoción,
y entre palabras cortadas yo me puse a platicar.
Luego te pregunté, que quería volverte a ver,
te pedí tu nombre y fue así que casi pierdo la razón,
eres tan dulce y tan tierna eras tan bella mujer,
pero partiste pronto dejando en llanto a mi corazón.
Siempre escucho tu voz, pues nada ha cambiado,
se acabaron las lluvias y volví de pronto al calor,
pero algo ha sucedido hoy vivo de ti enamorado,
y no sé qué voy a hacer para conseguir tu amor.
Hay noches en que yo pienso, que no debió suceder,
que debí cambiar de acera para no poderte hallar,
pero creo que es muy tarde y no te quiero perder,
porque vi en tu mirada las ansias que tienes de amar.
Tus ojos me cautivaron se me hincho el corazón,
fue amena la conversación y mi corazón lo sentía,
hoy que ya no estás, siento una gran decepción,
porque fuiste tú mi sosiego la luz y mi alegría.
Por eso solo te pido, que empieces tú a recordar,
aquellos bellos momentos mirando al sol ocultar,
hay cosas que son eternas y tu nombre quisiera gritar,
hay cosas que me están pasando y no me quiero callar.
Lucely 30/01/2019