Es un encanto prestado,
el de sus pasos,
por la nostalgia de la oscuridad,
destellando una melancolía taciturna.
Te vestiste de irreverente pasado,
miradas llenas de ocasos,
con belleza y una poca de maldad,
eres fragancia nocturna.
Te diluiste entre silencios,
con magia de todos los tiempos,
desde los cielos te quedaste brillando,
una palidez errante orbitando.