Desde la penumbra
Desde la penumbra de mis ojos cansados,
te observo en sombras, fugaz silueta,
proyectada en el frágil celuloide
de una vida que el tiempo corroe.
Nómada en dunas de amores perdidos,
te fundes con luces y formas difusas,
danza efímera en arenas blandas,
huellas que mueren sin ser pisadas.
Ahueco mis brazos, extiendo mis manos,
pero el viento te roba antes de alcanzarte.
Eres espejismo, reflejo distante,
sombra que huye, ceniza en el aire.
Intento abrazarte, besarte, retenerte,
y solo me queda el eco vacío de un sueño
deshecho, la amarga certeza de tu
despedida, dejándome el sinsabor
de una anunciada decepción.