Amontonados se quedan
los discursos que da el rey
y a poco, fiel a su ley
los disculpa y los condena.
Con tantas excusas propone
serle fiel a sus mandatos
y a poco, se ven frustrados
por la misma ley que impone.
Que serán reyes bufones
y bufones los ministros
de la ley que impone el hombre.
Acusándose ellos mismos
ocultan sus mil traiciones
y logran protagonismo.
Así se adornan las fosas
de las flores mas bonitas,
sabiendo que abajo moran
los restos que no debían,
y reciben los aplausos
intermediarios farsantes
haciéndose, fuerte y grandes
de tal sacra hipocresía,
así, se escucha la voz
del que no tiene conciencia
y expectantes a sabiendas,
todos son espectador
con esa mala, influencia.
Porque no existe rey bueno
ni ministro que a su ley,
discuta mandato al rey
si en ello , gana dinero.
Y se suman a este circo
intermediarios farsantes,
hipócritas con su fraude
con intención de ser ricos.
Y serán en vida tales
las victorias sin principio
de abusar de quien no sabe.
Porque el final de este juicio
no se juzga en tribunales
se gana, por puro vicio.
Así, intereses comunes
afloran por todos lados,
y así, se suben al carro
cada vez con mas costumbre,
porque así ricos prolongan
su victoria consagrada
y entre ellos, dan palmadas
de insertar leyes absurdas,
y se aprovechan del pobre.