Para mi Bebé
En tus Bodas de Oro con la vida
tu padre que te ama más que nada
invoca una oración a la medida
de un granito de arena en una playa.
Así es de humilde este amor que te ama
y ruega a Dios por tí todos los días,
que te busca y al hacerlo, clama,
porque aumenten tus pocas alegrías.
Y no es que vivas triste, es que he querido
que tú seas feliz cada momento,
cada respiración, cada latido,
cada palabra y cada sentimiento.
Es lo que un padre quiere para su hija
y yo para la única que tengo:
que no se equivoque nunca cuando elija
y me extienda los brazos cuando vengo...
Cuando vengo cansado de este viaje
que ya se prolongó más de la cuenta,
que disfrutemos juntos el paisaje
y que nunca me oculte lo que sienta.
En este hermoso día de celebración
yo celebro también y voy en pos
de que recibas con mi bendición
la incomparable bendición de Dios.