El saco de la vida lleva un gran peso, un peso que cargamos con emoción.
No es físico, es del alma, un proceso, que algunos sueltan sin explicación.
En su centro yace un peso especial, que genera falsas ilusiones.
Es amor, brújula sentimental, ancla de destinos y decisiones.
Este amor que el alma siempre define, es el que cargo con dolor latente.
Ni bueno ni malo, pero camina como fiel guía que me hace doliente.