Canto a la musa
Que la mente es una fosa,
no lo niego ni un momento,
y que tú eres ingeniosa;
le das vida al pensamiento.
Por lo tanto, también digo,
que tienes un buen talento.
Si la mente es una fosa,
imagina lo más bello;
la luz que en ella reposa
es amor, arte y destello.
Sin duda alguna, proclamo
que es precioso todo aquello.
Que si el alma es un vampiro,
tú le das su rumbo tierno;
y si el mundo es un suspiro,
haces de él un cielo eterno.
Tu talento, luz y encanto
es del tiempo, fiel gobierno.
Y si el tiempo se detiene,
en tus manos brota vida;
lo que tarda, pronto viene,
lo transformas en medida.
Tus palabras son la llave
que abre el alma adormecida.
Como río que no cesa,
tu ingenio fluye sin pausa,
y en cada estrofa se expresa
un universo sin bausa.
Tus versos son la figura
que a los sueños siempre causa.
Porque el arte se prodiga
y en tus manos toma vuelo;
y aunque el mundo se fatiga
tú le construyes el cielo.
Eres llama en noche oscura,
eres viento en mar, modelo...
Tus palabras son refugio,
espejismo y realidad,
y en tu canto es artilugio
de lo eterno y su verdad.
Sin embargo, tus ojazos
me revelan tu beldad.
Si la mente es una fosa,
le devuelves el sentido;
tu cadencia, misteriosa,
hace del silencio ruido.
Por lo tanto, en la semana
tú me robas el latido.
Que la mente es una fosa
donde el eco es infinito,
y en tu boca tan preciosa,
todo cobra un nuevo mito.
Es por ello que siempre hablo
de ti, cuando necesito.
Si el poema es un vals seguro
que en la boca toma vuelo,
eres tú quien da el conjuro;
quien transforma todo en cielo.
Eres ritmo, eres cadencia,
armonía sin recelo.
Tu talento es un paisaje
en un cuadro, en movimiento:
es la luna que da un viaje
al rincón del pensamiento.
En tus versos hay un río
que atraviesa el firmamento.
Porque tú, musa del arte,
eres faro, luz y guía.
Eres fuerza, que comparte
con las sombras, valentía.
En tus labios cada beso,
se convierte en poesía.
Si la mente es una fosa,
tú construyes su salida.
Eres llama poderosa,
eres lienzo en la guarida,
por lo tanto, te confieso,
eres faro de mi vida.
Samuel Dixon