Mirando d\'este mundo la tristeza
y viendo del amor su extinta flama;
palpita el corazón con mucha fuerza
teniendo como aliada la esperanza.
Oyendo los cañones de las guerras
y viendo de ambición su cruenta garra;
mis sueños de justicia aún imperan
llevando de la fe su gran coraza.
Sabiendo de los pueblos su agonía
a causa de nefastas dictaduras;
aún con ilusión, mi enhiesta lira
preñada de vigor por causas justas;
sus cuerdas libertarias siempre vibran
en sacra comunión con nobles luchas.
Autor: Aníbal Rodríguez.