En busca de la fama, que es esquiva,
y al mundo de los sueños pertenece
mi niño, que ha sus sueños obedece
marcho tras la ilusión que lo cautiva.
No marcho, madre mía a la deriva
me dijo, tengo un sueño que merece,
de mis ojos, el ver como florece,
de mi ser, el sentir que lo cultiva.
Yo callé, de sus sueños mis recelos.
Sé de sombras, que niegan los anhelos
y el por qué, de la espina en los rosales.
y sabiendo, de sueños sin raíces,
y flores desprovistas de matices
lo alenté a perseguir, sus ideales.