Qué encuentro fugaz, disfuncional...
Yo, un desconocido muy solerte,
corriendo por las calles sin suerte...
he ahí una mujer convencional,
ante un infante raro y trivial.
La rocé a dura delicadez
cuenta se dio; tierna timidez...
queriendo huir de mi más tonto agravio;
Su mirar en audacia me engravio...
sonrió, y desmantelo mi niñez...
Derechos Reservados en Proceso.