HASTÍO.
Y aquí estoy presente,
a la vera de un rio,
que yace sin corriente,
por la impiedad del Estío.
Con la vista indiferente,
entre desilusión y hastió,
veo así… Displicente,
tu gran amor sin el mío.
Quizás mi amor fue pequeño,
como un fútil grano de arena,
y así: Grande tu rostro risueño,
ante la futilidad de una pena.
Y aquí estoy en la sombra,
oscura como un delirio
y mi voz apenas te nombra,
silente… Como un martirio.
Y veo pasar el agua,
que pareciera no pasar,
semejante a una fragua,
sin fuego y sin abrasar.
Estoy al borde de mi vida,
cerrando cada momento,
así el borde y la herida,
se cicatrizan muy lento.
Nada cura el hastió,
un amor imperfecto
cómo no sobrevive al estío.
… El cauce que ha muerto.
Autor: Victor A. Arana.
(VICTOR SANTA ROSA.
Marzo 27 del 2025.