Aunque el objetivo
del gendarme
sea doblegar al populo,
el propósito fidedigno
del ciudadano
es vencer obstáculos.
Seguir de pie y crecido.
Es la fe, el sentido,
el porqué, el épico hito,
despertar sonoro,
inmenso reto,
asumido con orgullo.
No amainaran bríos
ni ganas,
prelarán sentimientos
indómitos y profundos,
ineludibles compromisos,
armados en andamios
por espacios escabrosos,
organizando proemios,
pintando la primavera
del libertario triunfo.
Ante el erial,
menester es sembrar,
más cuando surge
y asiste la razón
y es, el ponerle corazón
a la lucha
de la sublime gesta,
la que se ha de acometer
ante la historia
que pincela murales
de esperanza.
No es estéril arar
la tierra si llueve,
si se fecunda,
si recibe abono
y se cultiva a tiempo.
Por la siembra de ayer,
la siega es posible hoy,
espléndida floresta,
que vence al estival.