Augusto Fleid

Perfume con aroma a pasado

A veces dudo, por las noches,  

si besé tus labios  

o si en tus ojos me perdí,  

si pude sentir el perfume que aún me queda  

o si ya no existe en mí esa fragancia.

 

 

No sé si alguna vez te dije adiós  

antes de que te marcharas,  

bajo esa bruma espesa  

donde la memoria parece fallar.  

Llora la prosa, la palabra que no recuerda,  

y la noche cae como una losa,  

mientras las luciérnagas cuentan historias  

que ya no sé si viví.

 

 

En mis sueños, guardo  

el dulce sabor de tu beso  

en una tarde de otoño que ya no existe,  

entre mis labios, ahora vacíos de ti.

 

 

No sé si alguna vez te abracé,  

pero aún siento tu calor  

entre mis brazos,  

mientras la luna se asomaba  

tras nuestra despedida.  

Las sombras gritan en silencio  

y los grillos cantan su melancolía  

al unísono de un corazón  

que aún te nombra,  

aunque ya no estés.

 

 

Y en noches como esta,  

cuando el aire trae fragancias perdidas,  

vuelven a mí los recuerdos  

del perfume que exhalaba tu piel  

cuando aún me amabas.