Acaso te vengan nuevas fantasías
al contacto de mi piel sobre la tuya;
acaso descubras la pasión prohibida
con besos cargados de ardor y de furia.
Acaso te queme la fogosa altura
que logre mi boca de besar sedienta;
acaso parezcas perder la cordura
bebiendo de un beso con fervor de estrella.
Acaso el deseo de cubrirte toda
encienda la llama que incite al calor;
acaso aparezca la fuerza ardorosa
para las batallas de fuego y sudor.
Acaso codicies y quieras sentir
mis manos desnudas tu cuerpo pintar;
acaso descubras después de morir
que morir amaba no es un mal final.
Acaso te puedan recorrer mis manos,
acaso tu cuerpo se enfunde mi olor,
acaso percibas la piel de mis labios
y sientas caricias en el corazón.