Yo fui feliz a tu lado, amada madre mía
Y disfruté de tu mundo hermoso y encantador.
Fui feliz aquellas tardes cuando te reías
Al ver mis locuras de poeta soñador.
Recuerdo con nostalgia y melancolía
Las tardes aquellas en que fui tu cantor.
Añoro leerte mis más bellas poesías
Inspiradas en este casto y mágico amor.
Hoy la nostalgia se apodera de mi vida
Y hace sangrar la profunda y cruel herida
Que tristemente tu muerte me dejó.
Hoy te recuerdo como mi fresca rosa
Aquella que impregnó su aroma en mi prosa
Y con su amor eterno mi mundo iluminó.