Carlos Eduardo

Aguas turbulentas

 

Me aferro al tronco flotante

si voy arrastrado por la corriente;

 

prefiero el suicidio en tu tumba,

desnudo,

durmiendo en la loza,

tiritando de frío

como aplaudiendo la vida

con las alas de un saltamontes,

respirando el aire

que emana desde la urna

hasta alcanzar la inconciencia

en un sueño dulce

en el que estás sonriendo.


Retornar al nido totalmente rendido,

cobijarme silenciosamente apagado

sin una ceniza encendida,

con el rigor mortis de un congelado,