Grité en silencio, la soledad de mi alma.
Y mis ojos se expresan, mojando mi almohada.
Urgando en el ático de mi mente, encontré
recuerdos empolvados, por un olvido provocado.
Mecanismo de defenza de mi sub-consiente,
para olvidar lo que el corazón siente.
Y no es fácil constatar, que en ese baúl de recuerdos
ningún "te quiero hay".
Algún te estimo rasgado, y un te extraño quebrado.
Uno que otro elogio fingido, que las polillas se han comido.
Una promesa rota, que alguien quiso reparar.
Y en la bodega de mis sentimientos,
envases vacios de amores entregados.
En la alacena de mis deseos:
una mano amiga para curar el alma,
una caminata a la orilla del mar,
un piropo que alimente mi ego
y un hombre que me diga,
que me ama de verdad.
Todo me habla de un pasado,
de ilusiones y sentimientos rotos.
Que me hacen llorar amargamente.
Seco mis ojos, y con respeto como se venera
a alguien que ya ha muerto,
guardo todo en el cofre azul de mis recuerdos