Convicto y confeso
¿Mató a la víctima usted?
¡sí, señor Juez!
¿y le dio una puñalada cruel?
una no, le di tres.
¿el arma incriminada es de usted?
¡claro, se la compré al portugués!
¿se presume que usted inocente es?
no, yo actué de mala fé
¿pero fue en defensa propia tal vez?
no, fui yo el que ataqué
¿hubo cómplices que actuaron con usted?
no, fui yo solo, asi como me ve
¡no tengo más opción, le condenaré!
no estoy de acuerdo, explíqueme porqué
no hay nada que explicar usted culpable es!
no lo creo, le digo con sensatez
le daré pena máxima de una vez!
lo siento no podrá, soy loco señor Juez.
***
La enfermedad del alma
Tengo molestias tantas
que voy a desfallecer,
tengo una lija en la garganta
y dolores a más no poder
Desmejora mi presencia
mi aspecto tan enfermizo
el vómito y la incontinencia
ya no caben en el piso.
Los dolores de cabeza
casi me hacen estallar,
me parece oír la trompeta
de Arturo Sandoval
Y el estómago, que horror
está en vivo y en directo
ya parezco un colador
Que cuela todo perfecto
El alto estado febril
con compresas yo lo ataco,
los ojos se me quieren salir
que ya parezco hasta un sapo
Tengo las manos temblorosas
y el pecho todo mojado
porque derramé la sopa
que me habían preparado
Me duele toda la espalda
el tronco y las extremidades,
dicen que son problemas del alma
todas mis calamidades
Ya sin torres y sin alfil
mi ajedrez se puso en jacke,
¿Será que es verdad el decir,
que son cosas del ALMAnaque?
***