Alejandro José Diaz Valero

Humoradas

Convicto y confeso

 

¿Mató a la víctima usted?

¡sí, señor Juez!

¿y le dio una puñalada cruel?

una no, le di tres.

¿el arma incriminada es de usted?

¡claro, se la compré al portugués!

¿se presume que usted inocente es?

no, yo actué de mala fé

¿pero fue en defensa propia tal vez?

no, fui yo el que ataqué

¿hubo cómplices que actuaron con usted?

no, fui yo solo, asi como me ve

¡no tengo más opción, le condenaré!

no estoy de acuerdo, explíqueme porqué

no hay nada que explicar usted culpable es!

no lo creo, le digo con sensatez

le daré pena máxima de una vez!

lo siento no podrá, soy loco señor Juez.

 ***

 

La enfermedad del alma

Tengo molestias tantas

que voy a desfallecer,

tengo una lija en la garganta

y dolores a más no poder

 

Desmejora mi presencia

mi aspecto tan enfermizo

el vómito y la incontinencia

ya no caben en el piso.

 

Los dolores de cabeza

casi me hacen estallar,

me parece oír la trompeta

de Arturo Sandoval

 

Y el estómago, que horror

está en vivo y en directo

ya parezco un colador

Que cuela todo perfecto

 

El alto estado febril

con compresas yo lo ataco,

los ojos se me quieren salir

que ya parezco hasta un sapo

 

Tengo las manos temblorosas

y el pecho todo mojado

porque derramé la sopa

que me habían preparado

 

Me duele toda la espalda

el tronco y las extremidades,

dicen que son problemas del alma

todas mis calamidades

 

Ya sin torres y sin alfil

mi ajedrez se puso en jacke,

¿Será que es verdad el decir,

que son cosas del ALMAnaque?

***