HECTOR FRANCO

Nunca Fuiste mía

¿Cómo puedo sentir mío
lo que es de todos?

Ni los días son míos,
y yo los vivo.
Ni las noches son mías,
y yo que las sueño.

Dejémoslo así:
nunca fuiste mía,
nunca fui tu dueño.

Solo te viví,
y quizá,
hasta te soñé.