Acevedo M.

Acariciarte

Camino al paraíso, eres tú,
donde cada paso es un susurro en mi alma.
Acariciar tus manos es la entrada de tocar el cielo,
un roce en tu mejilla es un jardín de primavera,
donde dejo un beso y recojo alegría.
Cada saludo, cada despedida,
es un viaje a un destino de cariño y ternura.
La vida me ofreció muchos senderos,
pero tú eres el más hermoso destino.
Eres la melodía que llena mis días,
la armonía que hace cantar mi alma.