41. uN aBrAzo…
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Tu saludar en presencia de la gente, de los autos y árboles
¡tanto me inquieta…!
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Un abrazo… tuyo protector, rodea casualmente mi cintura…
que presiona mi talle levemente al caminar por las calles y avenidas
¡es de mi agrado tanto…!
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Un abrazo suave, fuerte, complaciente… pega nuestros cuerpos despacito…
que responde a mis pedidos casi siempre… cuando estamos solos
¡me emociona locamente…!
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Cuando se funden nuestros cuerpos y también me pides un abrazo fuerte
¡tanto me agrada…!
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Un abrazo sereno al despedirte… que disimula la entrega de dos cuerpos
que se excitan al verse solamente,
¡es de mi agrado tanto…!
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Compláceme siempre, como siempre lo haces,
al saludar, al amar y al despedirte…
con un abrazo, tal como lo sabes dar:
despacito, suave, fuerte y consecuente al cabalgar de corazones clandestinos
por la entrega fructífera y sedienta, que es dueña en un abrazo inquieto
en medio del bullicio, del aire torbellino
del colorido silente, de montes, valles, estrellas
y desvanecidos fantasmas blanquecinos que se escurren
entre muslos sudorosos con un martilleo de eco sordo y presto,
otros que se enredan espiando entre autos y árboles,
aunque el lago que es sereno y de olas rebosantes …
en lo profundo y en la noche
refleje la luna muy sonriente…
por un abrazo tuyo clandestino que yo amo.
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© R.D.A. Esther J. Londoño Arbeláez -esthelarez- de Colombia