EGEO85

el despecho de un hijo

El despecho de un hijo

 

 

¡MADRE!… tú que me enterraste

En  la   tumba  de   este   mundo

Dejándome en el sueño más profundo

Donde a gusanos me encomendaste

 

 

Tú que me clavaste la cruz del olvido

Para no  tener  cadenas  en la tierra

Y  vivir  la libertina  vida  como  fuera

Donde inhumanidad siempre ha habido

 

 

No quisiste que sea la mano que te guie

Ni la voz que en  la oscuridad te oriente

No  entiendo  porque me abandonaste

Como  si  yo  para  ti  no  fuese   nadie.

 

 

Me   trajiste   al   mundo  sólo  para  sufrir

La   indiferencia   de tus  malcriados hijos

Que  me mataron con  placer en sus gritos

Disfrutando el verme agonizar, el verme morir

 

 

Sólo puedo

Decirte que llegará el día de mi resurrección

Y aunque vuelva a cargar con la pesada cruz

Yo Limpiaré la basura de este mundo sin luz

Y no seré crucificado por segunda ocasión

 

 

Y nose si tendrás tú mi perdón divino

Porque castigo con furia al quien lo merece

Donde mi compasión y justicia no se mece

Sin dejar de tener un corazón tan rojo como el vino

 

 

¡Madre! ¡Por qué me abandonaste?!... si yo soy DIOS

 

 

 

                                                                          EGEO