¿Vale la pena sufrir por ti?,
al recordar tus besos y caricias
que me hacían estremecerme.
¿Vale la pena sufrir por ti, mi amor?,
cuando tú, probablemente,
ya no sientes nada por mí.
Te recuerdo y me duele,
aún te siento cerca,
aún recuerdo cada momento
junto a ti.
¡Mi mente y corazón no te dejan ir!
Te quise, y te querré,
mi promesa de amor eterno cumpliré,
porque tú, mi amor,
serás la única dueña
de este blando corazón.