Su luminiscencia me causó
una alegría inusitada,
y su estar sin esperanza
se me enredó
en una oculta relación.
Apenas tuve tiempo
de verla un poco,
y no tomé la medida exacta
de su belleza,
por su luz inesperada.
¿Y sabes qué?
Me dejaste
una sensación fosforecente
cuando te apagaste de repente,
amándome
tan tenuemente.
Y en la memoria de mi corazón
siempre estarás encendida
y muy escondida,
luciérnaga
con brillante de poesía.