Las luces de la noche
iluminan mi alma
¡oh, sombras del pasado!
desvanezcan con calma.
Bienvenidas emociones
amparadas por estrellas
empujando los horrores
del día que se aleja.
Memorias enloquecen
en la tempestad diurna
mas, cuando anochece,
mis recuerdos se esfuman.
El cuerpo tan cansado
de resucitar las penas,
al arribar la noche
a sus aposentos regresan.
La negrura nocturna
acierta lo que se expresa,
lo que el sol abruma
la luna por fin libera.
¡No merezco la belleza,
ni la paz de la luna!
mas consigo, con destreza,
agradecer mi fortuna.
Recuento los segmentos
que la obscuridad deja
conservando magisterio
para que así, yo crezca.
Copyright©2010 Rocío Vega-Ponce